jueves, 13 de diciembre de 2012





Salí por una especie de boquilla, que estaba llena de mugre por cierto,  al salir me encontré a dos cangrejos (que se estaban peleando por ver quien se comía la siguiente burbuja que saliera de gas) que me empezaron a echar de ahí, me fui hacia donde seguían los peces hasta que llegue a un especie de embarcadero donde vi a un pez azul que estaba dando vueltas a un ancla de una barca. 
Subí y la pregunté:
-¿Estás bien?- Y ella me respondió- No, no se donde estoy y estoy sola, estoy buscando a alguien.
Y fue entonces cuando me presenté y ella me dijo su nombre, Dori. Claro cuando escuchó que yo era Nemo, se acordó de que estaba con Marlin y que el era la causa de que estuviera allí  Entonces me dijo que ella también estaba buscando a mi padre, que le había perdido de vista cuando habían venido de una clínica de  un dentista con un pelícano. Fuimos preguntando a los peces que  había hasta que encontré a mi padre, entre una M-30 de peces que iban cuando mi padre me olló, vino nadando hacia mí y nos dimos un abrazo muy grande.
De un momento a otro, una red de pescadores arraso con todos los peces, incluida Dori. Le dijo a mi padre que me tenia que meter para decirles a todos que lo que tenían que hacer es nadar hacia abajo, al principio, no me dejaba porque decía que no me quería volver a perder, y yo le dije que si lo hacía es porque yo podía. Cuando me metí lo que le dije a Dori fue:
-Dori, dile a los demás que naden hacia abajo, ¡que naden hacia a bajo! 

El dentista me cogió con una red cuando estaba despistado, y empecé a gritar y mis amigos me ayudaron a salir, metiéndose todos para nadar hacia abajo y poder arrancársela de la mano. Al final lo conseguimos, pero en lo que me volví a dar cuenta me cogieron con una bolsa de plástico transparente y me pusieron encima de la encimera. Yo empecé a gritar:
-¡¡¡Giiiiiilllll!!! socorro, entonces el me dijo:- Tranquilo Cebo, empuja la bolsa hacia la ventana y salta hacia el puerto.
Empecé a empujar la bolsa hasta que el dentista se dio cuenta y me metió en una batea (tenia el material que usaba en su clínica) entonces me empece a poner nervioso y me hice el muerto.
Hay fue cuando entro Darla, la sobrina del dentista, se acercó ami y como veía que estaba muerto y empezó a zarandear mi bolsa.
Gill fue lanzado por el anillo de fuego a la cabeza de la niña, ella se asusto y me tiro a la misma batea donde se pincho mi bolsa.
Mi sorpresa fue que Nigel, apareció con mi padre y un pezecillo azul( que se llamaba Dori) en su boca.
El caso es que montamos todos un jaleo que al final el dentista echo a Nigel, ami me tiro por el bidel ( y ahí recordé lo que me dijo Gill; que todos los desagües conducían al mar) y me deje llevar hasta que llegue al mar.

martes, 11 de diciembre de 2012

Pasé el anillo con un poco de miedo, pero al final lo conseguí y Gill me dijo que a partir de este momento pasaría a llamarme Cebo.

Después de varios días Nigel, la gaviota, vino a la clínica para informarme que mi padre esta removiendo cielo y tierra para encontrarme: Me dijo que se había enfrentado con tres tiburones, un bosque de medusas, y había cruzado la corriente australiana del este para encontrarte. Yo no me lo creía, pero me termino por convencer.
Al enterarme de eso, corrí a coger una piedra, la tiré por la salida de la depuradora y tras eso me metí  a otro compartimento a través del filtro que había, cogí la piedra y la atranque la bomba de la depuradora. Me salió muy bien y además lo hice rápido, debía de ser por las ganas que tenia de salir de allí.
En dos días, se empezó a poner asqueroso, y nuestro plan lo íbamos a poder hacer. Pero nuestra sorpresa fue que el dentista, lo debió de limpiar cuando estábamos dormidos, y no fue solo eso, si no que instalo una especie de aparato que media la temperatura que estaba el agua, el pH y todo eso.

jueves, 22 de noviembre de 2012


AcuarioCuando me sacaron de la nevera esa, me encontré en un dentista y me metieron en una pecera y empecé a llamar a mi padre nervioso hasta que me encontré con otros peces y me ayudaron a mantener la calma. Nos pusimos todos en el cristal y una gaviota se estrello en la ventana. Cuando me vio, se dio cuenta de que era nuevo y entonces el dentista la espanto y rompió la foto de su sobrina, Darla, que el viernes que viene hacia 8 años y el iba a ser su regalo. Claro, Globo me dijo que a su antiguo pez no le tenía quito, que estaba zarandeando la bolsa continuamente y que acabo tirándolo por el retrete, entonces me puse nervioso y empezó a nadar hacia atrás y me metí en el tubo de la pecera. Mis amigos me iban a ayudar, pero apareció otro pez, que salía de detrás de una especie de calavera, que se llamaba Guill, y le pregunte:
 -¿Me ayudas?- Le dije con miedo. 
Y él me contesto: -No. Te has metido tu solo y por lo tanto puedes salir tu solo. Pero ahí fue cuando le dije que tenía una aleta mala y él se dio la vuelta y resulto ser que tenía una aleta prácticamente rota y en un costado lleno de arañazos. Y empecé a seguir sus instrucciones de cómo salir, hasta que lo conseguí. Entonces mis amigos se pusieron muy contentos tras mi hecho y Guill dijo que esta noche me iban a dar la bienvenida con una celebración que ellos hacían. Por la noche, la gamba me despertó y me llevo al monte escupitájulus donde me invitaron a ser de su club pero con una condición, que sea capaz de cruzar sin medo el anillo de fuego.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Nemo (Buscando a Nemo)



Llego el primer día de clase, y estaba muy contento porque iba a conocer a amigos nuevos.
Me levante el primero, y como mi papá no se levantaba, le desperté. Antes de salir, me obligo a peinarme y me dijo que tuviera cuidado, que el mar no es seguro.
Cuando íbamos de camino al cole, mi padre y yo estuvimos hablando de la edad de las tortugas, pero como nunca había conocido a ninguna, pues no sabía cuánto tiempo podían vivir. Por fin, llegamos al cole, donde un montón de  madres con sus hijos esperaban al profesor, ¡Que era un pez manta! Cuando llego, nos dijo que subiéramos que íbamos a ir a una excursión, pero cuando me toco ama, me dijo que como era nuevo tenía que responder a una pregunta, que era:
-¿En qué clase de casa vives?- y entonces respondí:
-Anemonona, amona...... y mis compañeros se empezaron a reir de mí, hasta que por fin logre pronunciar la palabra: ¡ANÉMONA! Y mi padre, como no, le dijo a mi profe que no podía nadar bien porque tenía una aleta mala, pero él le dijo que no pasaba nada, que no se iba a separar nadie del grupo.
Comenzamos nuestra excursión hasta que llegamos al Cantil del Arrecife, (el sitio donde a mi padre le daba muchísimo miedo), no porque hubiera tiburones ni nada de eso, sino porque apartar de ahí se iba a mar abierto.